Miguel Ángel Díaz, de 37 años de edad mató a su
propio hijo, para luego suicidarse, era un conocido maestro
instructor de taekwondo.
El horripilante cuadro fue
descubierto por la esposa del occiso y madre de la criatura, Elizabeth Lindt de 30 años, quien
había iniciado el proceso legal, para divorciarse de Díaz.
La tragedia ocurrió en un domicilio de calle Diamante
al 1780, a pocos metros de la intersección con Gregoria Pérez, en la ciudad de Concordia, donde funciona
un gimnasio y un centro de artes marciales, los cuales eran dirigidos
por Díaz.
El hombre conocido como profesor de
Taekwondo, con varios Dan de cinturón negro, instructor de defensa
personal y trabajador de seguridad privada, en algunos boliches bailables
de la zona céntrica.
Díaz estaba casado con Elizabeth, con la que habían montado dicho instituto multi disciplinario, pero una difícil relación
de pareja, por el aparente trato violento del masculino, llevó a que se
separarán hacía ya varios meses y se diera inicio a los trámites del
divorcio.
Por ese motivo, el hijo de ambos, de nombre Juan Martín, había pasado
la noche del domingo con su padre, hasta que el lunes por la mañana
iba a ser retirado por su madre; cuando la mujer se presentó en el domicilio de calle Diamante,
encontró que el lugar estaba cerrado y nadie respondía a los golpes de la
puerta, como así tampoco su ex pareja atendía el celular.
Fue allí donde decidió ingresar a través de un muro para
encontrarse con el macabro cuadro de su hijo Martín, asesinado de un
disparo en la cabeza con un revolver calibre 32 y a Miguel Díaz colgado
del techo del gimnasio, también sin vida.
Desde el pasado mes de abril la pareja habría ingresado en una crisis
sin retorno, incluso fueron varios los testimonios que detallaron que eran habituales las discusiones subidas de tono entre ambos.
En ese contexto, vale remarcar que oficialmente para la policía no
constan denuncias formuladas por este problema, ni ninguna otra
presentación de este tipo contra Díaz, ya sea por parte de su esposa o
de un tercero.
A pesar de esta conflictiva relación de pareja, el pequeño Juan Martín
estaba amparado en un “régimen amplio” de convivencia, tanto para Miguel Ángel como Elizabeth.
En el lugar del hecho trabajó por cerca de dos horas personal de la
división Criminalística de la Jefatura Departamental Concordia, bajo las
indicaciones de la Fiscalía en Turno.
Diario Rio Uruguay