El sábado pasado se inauguró la fiesta principal de Monte Caseros; los carnavales artesanales de la provincia de Corrientes. El intendente oficializó la fiesta en un escueto mensaje.
La magia del carnaval se hizo presente otra vez en el corsódromo Paso de los Higos, esta vez con algunas obras que se terminaron a las apuradas, pero mostrando una evolución favorable desde la última edición. El muro perimetral sobre calle Presidente Perón es un ejemplo de esas novedades presentadas, otro de ellos es el sector de sanitarios construido en mampostería que también fue inaugurado el sábado aunque su condición aún era bastante precaria.
Con algunas dudas sobre la situación del tiempo, refiriéndonos al clima, se trabajó a destajo para poner en marcha la edición 2015 de los carnavales casereños, el corsódromo evidenciaba a la hora del comienzo de la fiesta carnestolenda, los recientes trabajos realizados en el lugar, pintura fresca, humedad, detalles que no pasaron desapercibidos ante la mirada crítica de los espectadores.
Indudablemente las últimas lluvias complicaron seriamente las tareas diagramadas, pero igual se hizo de tripas corazón y redoblaron esfuerzos para dejar algo mas o menos presentable para una noche que se sabe, siempre es la más floja y donde los tiempos nunca son suficientes para que todo salga redondito.
Algunas de las cosas para destacar fueron, la gran cantidad de banderas multicolores que se colocaron a lo largo de la pista de desfile y en el perímetro sobre calle Presidente Perón. Esto le dio un marco colorido y también cierta distancia de aquellos colores característicos de trapos verdes que identificaban solo a un partido político y que fueron una constante el año pasado.
La presencia de personal de seguridad públicos y privados, también fueron por demás notorias, esto le dio el marco de ambiente seguro, la poca concurrencia de gente hizo aún más evidente el operativo desplegado por los especialistas del orden.
El palco oficial indudablemente se llevó todos los aplausos, realmente los que lo pudieron disfrutar estaban a sus anchas, el lugar además de amplio resulto cómodo y con servicios personalizados. Allí estuvieron autoridades municipales, funcionarios, concejales, médicos de conocida trayectoria e invitados especiales.
Lo criticable podríamos decir, tiene que ver con la falta de disponibilidad de espacios para personas con capacidades especiales, como solía hacerse en otros tiempos; pudimos ver a una joven en silla de ruedas, que fue subida al palco oficial a pulso, porque la rampa de acceso no existía.
Otro tema que quedó librado al azar fue la ubicación de los distintos medios de prensa que realizaron la cobertura de la fiesta como todos los años. Al no tener un espacio regulado por la Organización, por momentos trabajar en el lugar se volvía caótico por la superposición de periodistas y fotógrafos que en el afán de lograr la mejor imagen obstaculizaban a sus otros compañeros.
Algunos colegas de medios radiales, digitales y audiovisuales, denunciaron también que la Organización no les permitió trabajar con la libertad necesaria y que hubo casos de periodistas que ni siquiera pudieron ingresar al corsódromo porque no fueron acreditados.
Otros que si estaban acreditados, como los de un canal de televisión local, también se vieron perjudicados porque la Organización les prohibió transmitir imágenes de lo que allí sucedía, aunque sea en forma diferida. La cosa casi pasa a mayores, cuando un representante del gobierno desmontó una de las cámaras de canal 2 dispuesta para registrar las imágenes, ante la mirada absorta de los cronistas del medio.
Muchos trastornos se evidenciaron en la primer noche de carnaval 2015, el ingreso tardío de las comparsas terminó haciendo que algunas pasistas no salieran a lucirse debido al cansancio que sufrieron mientras esperaban su momento.
Cambios repentinos en el orden de salidas también fueron notorios y esa desprolijidad acentuó la tendencia a la baja de calidad, de un espectáculo que es nuestra carta de prestigio no solo en la provincia sino en todo el país.