Se llama Julio Montaner. Descubrió el "cóctel antirretroviral o de triple terapia", la clave para transformar el manejo de la enfermedad. Ahora dedicado a que lo que más le preocupa: frenar el contagio.
La trama de la reunión con Francisco en el Vaticano.
Montaner da a conocer hacia dónde se encamina la cura.
Lo
primero que se puede decir del doctor Julio Montaner es que es un
verdadero apasionado por la investigación y que la cura del VIH/sida,
lejos de ser una obsesión científica, se transformó en un legado para la
humanidad, que él mismo quiere resolver.
Montaner dedicó los
últimos veinte años de su vida científica a investigar el virus del
VIH/sida y por eso de alguna manera ya se conocen. Supo cómo sitiar al
virus en 1996 cuando lideró el descubrimiento de los antirretrovirales,
el llamado "cóctel de triple terapia", que pudo controlar la progresión
del virus que lo causa, y posibilitó que hoy la infección se volviera
crónica en muchos pacientes.
Este paso científico fundamental en
manos de Montaner y su equipo desarrollado entre la Universidad de
British Columbia (UBC) y el Hospital St. Paul´s. ambos en Vancouver ,
Canadá, transformó el manejo de la enfermedad del VIH/sida en el mundo
entero.
La clave de la innovación de Montaner radica en que con
su descubrimiento e investigación sobre los antirretrovirales se redujo
la mortalidad y extendió la expectativa de vida de los enfermos.
Pero
Montaner decidió ir más lejos: él se propuso que el tratamiento con
antirretrovirales también pueda servir para prevenir la transmisión de
personas infectadas a no infectadas. Ahora se encamina hacia el segundo
paso pendiente: frenar la transmisión del VIH/sida y apostar a la
prevención temprana como la mejor herramienta aliada.
El doctor
en medicina argentino-canadiense Julio Montaner, siguiendo su intensa
agenda entre Vancouver –su lugar de trabajo– y Ginebra, Suiza, donde
participa de un Congreso internacional sobre la temática que lo absorbe:
lo último para derrotar el VIH/sida.
En diálogo con Julio
Montaner, director del Centro para la excelencia en VIH/sida en
Vancouver, Canadá, pone en contexto su trabajo científico: "El avance de
los tratamientos con antirretrovirales tienen un valor altísimo en lo
que se refiere no sólo a la prevención de la movilidad de la mortalidad,
sino también a la prevención de la transmisión".
"Hay que
profundizar el acceso a las técnicas de tamizaje y screening para
conocer el estatus de un infectado de VIH/sida". Y como al mismo
Montaner le gusta decir: "Todo el mundo tiene que saber que es
negativo".
Montaner ha
sido galardonado por los más prestigiosos claustros y revistas
científicas que publican sus papers con admiración como Science –que en
2011 lo destacó como el mejor avance científico–; Lancet o el Consejo
Cultural Mundial, que en 2010 le entregó el Premio Mundial de Ciencias
Albert Einstein. Es un referente de consulta privilegiado sobre el tema
VIH/sida de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde su
programa ONUSIDA; pero sobre todo Montaner logró cambiar el devenir y el
pronóstico para las generaciones futuras de una de las enfermedades
pandémicas globales más tremendas.
SÓLO SE PUEDE COMPRENDER LA
TRASCENDENCIA DE LAS TERAPIAS CON ANTIRRETROVIRALES O CÓCTEL DE TRIPLE
TERAPIA SOBRE EL VIH/SIDA, CUANDO SE RECUERDA EL ESTATUS DEVASTADOR DE
LA ENFERMEDAD EN LA DÉCADA DEL NOVENTA.
Desde Canadá, Montaner no
se dio por vencido. Recibido en la Universidad de Buenos Aires con
honoris causa y padre de cinco hijos, se ha convertido en un verdadero
líder en la investigación mundial sobre el VIH/sida.
A punto tal
que el propio papa Francisco destacó públicamente sus investigaciones y
se mostró interesado en que la Iglesia brinde apoyo para llevar los
tratamientos y los test de prevención a los países más pobres del mundo,
donde aún hoy es difícil bajar las cifras de enfermos e infectados.
El doctor Julio Montaner cuenta increíbles logros científicos que realmente cambiarán el mundo con una humildad que conmueve.
Define
Montaner a Infobae: "Lo más importante que hemos logrado con esta
investigación es que lo que era una pandemia fuera de control se haya
convertido en una epidemia; y sobre todo se pudo controlar la
mortalidad. Ahora el gran desafío sobre el que tenemos que ahondar y
poner todos los esfuerzos es frenar la transmisión de la enfermedad,
sobre todo de aquellos que están infectados y no lo saben".
En
diálogo con Infobae, Montaner explica: "Aquellos enfermos de sida que
son tratados en estadíos tempranos, con el uso de estos tratamientos con
antirretrovirales pueden mejorar su calidad de vida y controlar la
enfermedad al cien por ciento".
- ¿Cuán cerca estamos de "terminar" con la epidemia del VIH/sida"?
Montaner
escribió un artículo revelador en la revista Lancet que tituló "El fin
del sida". Y lejos de escaparle a la pregunta, lo primero que hace es
armar una escala de tiempos y pasos antes de responder.
Dice
Montaner: "Hoy estamos pudiendo tratar cada vez a más enfermos, y esto
conlleva detener la progresión de la enfermedad del VIH/sida, pero no
aún la transmisión. En la medida en que cada vez más personas accedan a
las pruebas de tamizaje o screening se podrá captar a los infectados de
manera temprana y detener lo más dañino del sida: el contagio".
Remarca
Montaner: "En la actualidad cada vez más se reduce la transmisión del
virus de madre a hijo; –sobre todo con el acceso gratuito al
tratamiento– ; también entre usuarios de drogas inyectables; pero aún
falta atacar el contagio, sobre todo en los estadíos iniciales de la
enfermedad donde no hay síntomas (estadío asintomático) y la persona no
sabe que está infectada, ni consulta para saberlo. En cambio, cuando la
enfermedad empieza a dar síntomas, las personas consultan y, pudiendo
acceder a un tratamiento con antirretrovirales, pueden mejorar la
calidad de vida".
-¿Cuál es el momento indicado en la historia de un paciente para aplicar la estrategia del cóctel antirretroviral ?
-Lo
más tempranamente posible, refuerza Montaner a Infobae. Para que el
paciente pueda mantener una buena calidad de vida, optimizar su
respuesta inmunológica a lo largo de la enfermedad y sobre todo para
frenar la transmisión (el contagio).
Un café con el Papa
-¿Por
qué cree usted que el papa Francisco apoyó públicamente su línea de
investigación sobre los tratamientos contra el HIV/sida?
Cuenta Montaner:
"Luego de la reunión protocolar que hemos mantenido la semana pasada en
el Vaticano, el papa Francisco dimensionó rápidamente la importancia
–sobre todo en los países pobres– de focalizar en la prevención y en el
acceso a los test de detección temprana".
"Hacia el 2020 se
estima duplicar el número de pacientes: entre 25 y 30 millones de
personas con VIH bajo tratamiento. Esto es algo bueno obviamente para el
paciente, para los sistemas de salud pública y para los gobiernos. Por
eso hay que aplicar las metas denominadas "90-90-90" contra el VIH/sida a
nivel global. Ahorrar dinero en el diagnóstico temprano es una muy mala
decisión a corto y largo plazo".
Concluye Montaner: "Ya
de cara al 2030 el número de casos de VIH/sida podría disminuir un 90%,
sin olvidar aún que la accesibilidad a los tratamientos y a los métodos
de detección no son del todo inclusivos. Y si nosotros los científicos,
ni los Estados hacemos nada, la epidemia tampoco cambia".
-Usted coincide, como el mundo en general, en que será una vacuna lo que traiga la cura definitiva contra el sida.
CdR