El hecho ocurrió a las 14 del día de hoy, cuando el matrimonio Giménez se encontraba en la costanera disfrutando del aire libre junto a todos sus hijos en la zona del balneario comprendida entre calle Caá Guazú y las casuarinas.
Por lo que pudimos establecer, uno de los hijos de unos siete años aproximadamente, se adentró a las profundas aguas del río sin que sus padres lo autoricen, la fuerte correntada y la profundidad rápidamente pusieron en peligro la vida del menor.
Al percatarse Mario Giménez de 41 años de edad, con antecedentes cardiovasculares, se tiró sin dudar a rescatar a su hijo, pero no logró hacerlo dado que el susto y el esfuerzo le habría ocasionado una ataque cardíaco a pocos metros de la orilla.
La esposa, Gladys Ojeda y otros dos de sus hijos también se tiraron a rescatar a sus familiares que estaban ahogándose , en ese momento, otros dos bañistas acudieron a socorrer a la familia. Estos últimos lograron rescatar Giménez padre a quien la fuerza del agua le extrajo el short de baño que se perdió en el río.
Por otro lado el chico de siete años fue rescatado por Gladys y su hijo mayor con algunos raspones y
magulladuras producto de la desesperación de la madre quien lo mantenía
abrazado en la violenta corriente sin querer soltarlo.
En medio de la conmoción y el susto, notaron que Mario Giménez había tragado agua pero que además sufría una descompensación que hizo mas dramática la escena.
Otras personas que pasaban por el lugar llamaron al servicio de emergencia 107 pero la llamada nunca fue atendida por lo que decidieron dar intervención a los bomberos voluntarios que aseguraron que una unidad acudiría a la brevedad; tras varios minutos de espera y al no aparecer la unidad de rescate, decidieron avisar al servicio de paramédicos con base en el Parque Acuático Termal, de allí partió un móvil particular conducido por Marcos Galloso, en el que se transportaba el paramédico Maxi, quien asistió a Gimenéz y solicitó el arribo urgente de una ambulancia.
Minutos antes de ser trasladado Giménez al Hospital Samuel Robinson, Gladys nos refería que ellos eran los padres de Joana Giménez de 13 años, la niña que murió en el trágico hecho donde una heladera le cayó encima, y que precisamente hoy se cumplían dos meses de tan penoso accidente.