El Sumo Pontífice inicia así su primera visita internacional desde que asumió el cargo.
La presidenta Dilma Rousseff lo recibió en el aeropuerto. Por la tarde, esperan que recorra la ciudad en un jeep descapotable y tenga su primer contacto con la gente.
El avión -un Airbus A330 de la compañía Alitalia- aterrizó a las 15.40 en suelo carioca y casi 20 minutos después se lo vio bajar sonriente las escalinatas, junto a su comitiva.
En la aeroestación fue recibido por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; el arzobispo de Río, Orani Tempesta; y el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, Raymundo Damasceno, entre otras autoridades.
Jóvenes de distintas nacionalidades lo esperaban también en el aeropuerto entonando canciones como "Esta es la juventud del papa" y el himno oficial de la jornada mundial.
Alegre, distendido y risueño, el papa argentino Jorge Bergoglio recorrió dialogando junto a la mandataria de Brasil la alfombra roja dispuesta especialmente desde las escalinatas del avión y saludó uno por uno a la comitiva oficial que lo esperaba.
Tras un encuentro privado de pocos minutos con la mandataria en el interior de la aeroestación aérea, el papa abordó un automóvil cerrado color gris plata que lo trasladará, en un primer momento, hasta la catedral de Río.
Allí abordará un "papamóvil" descubierto y hará un recorrido de 10 cuadras por las calles céntricas de Río, para tomar el primer contacto con los miles de jóvenes que ya lo aguardan.