Ayer publicábamos una nota sobre la problemática de la basura en barrio San Ramón Sur y un canasto comunitario atiborrado de desperdicios podridos que casi cumplió un mes sin ser vaciado.
Parece que el tema molestó a alguien en el municipio porque en la mañana de hoy a las 11,30 aproximadamente, una máquina retro excavadora de la municipalidad con tres personas a bordo llegó hasta la ubicación del "Canasto de la Discordia" y lo arrancó de cuajo.
Los vecinos del lugar quedaron perplejos con la situación, el canasto fue sacado, doblado y amontonado contra una pila de basura pre existente, y ahora se preguntan donde van a depositar los residuos domiciliarios si el canasto fue destruido sin decir agua va.
Cuesta realmente comprender la situación, parece un cuento surrealista, pero es verdad. No sabemos quién y por qué dio la orden de destruir algo que a los vecinos les costó tanto conseguir mediante asambleas barriales, reunión de Comisiones, participación y petición ante las autoridades municipales.
¿Qué hay detrás de toda esta movida?¿Quién se hará responsable de la destrucción del patrimonio municipal y por ende patrimonio del pueblo?.
¿Acaso sea mas fácil dejar de prestar el servicio de recolección de residuos a los vecinos y tachar del recorrido a Entre Ríos al fondo, que buscar alternativas de solución a un problema que es por demás importante para la salud de las personas y para el hábitat o medio ambiente?.
La cuestión es que luego de tantos reclamos ante los funcionarios municipales, que cobran un sueldo que pagamos todos, para que justamente atiendan las demandas en sus respectivas áreas; hoy por hoy nos quedamos sin ese elemento indispensable, producto de la lucha de los vecinos que aspiran tener una ciudad más limpia, segura y para todos.
Pablo Lugo