Anoche robaron a una familia humilde y trabajadora del barrio, cuando se ausentaron de su domicilio por algunas horas. Ladrones entraron por la ventana de su casa y se llevaron alguna de sus pertenencias.
Según comentó Eduardo, trabajador de la construcción y víctima del hecho, los ladrones violentaron una ventana de madera para ingresar a su casa en la tarde noche de ayer cuando la familia había salido a visitar a parientes.
Aprovechando la nocturnidad y la soledad del domicilio los cacos entraron a la vivienda ubicada al fondo de calle "Santa Catalina" nombre no oficializado por las autoridades municipales, pero que los vecinos decidieron imponerle como referencia necesaria.
Una vez adentro, los delincuentes comenzaron a revolver todo y se llevaron del interior, una garrafa de 10 kilos, un secarropas, zapatillas y un machete. Cuando los propietarios regresaron a la casa cerca de las 20,00, se encontraron con la novedad por lo que decidieron llamar a la policía.
Una unidad de patrulla se acercó hasta unos ciento cincuenta metros antes de la vivienda y charló con las víctimas, luego se retiró del lugar invitando a los damnificados para que se acerquen a la comisaría a realizar la denuncia correspondiente.
Cuando hablamos con el matrimonio acerca de lo sucedido, Laura la esposa del damnificado, nos refirió que ya hace bastante tiempo que no pueden salir de su casa porque hay un grupo de gurises que está permanentemente mirando los movimientos de los vecinos y que cuando alguien deja sola la casa aprovechan para robarlos.
"Le pedimos a la policía que allanen la casa de los padres para recuperar las cosas, pero nos dijeron que no podían hacer nada". "También nos dijeron que no entraban a recorrer la zona porque no tenían linternas ni reflectores", dijo la mujer.
Durante la mañana de hoy la familia comenzó a recorrer la zona periférica de la vivienda con la esperanza de encontrar algo del botín que se llevaron los ladrones. El trabajo rindió los frutos esperados dado que dentro de un malezal cercano a la casa robada, encontraron el secarropas y dentro del mismo las zapatillas de la familia.
Otros vecinos, manifestaron disconformidad con las autoridades, porque no hacen nada con los ladrones que están asolando el barrio y que han perdido la paz en sus hogares al que tienen que vigilar las 24 horas, perdiendo la posibilidad de vivir una vida en comunidad.
La versión policial no oficial refiere que los ladrones son casi intocables porque son menores de edad y si los aprehenden y demoran la justicia los libera y luego les arma un sumario a los policías que actuaron en el procedimiento.
El tema es que como hasta ahora no hay respuestas de los que las tienen que dar, la gente está cada vez menos tolerante a la acción de los "chorros" y piensan en hacer justicia por mano propia. Los vecinos han cursado diversas notas a los referentes Judiciales, Municipales y Policiales para que tomen cartas en el asunto pero hasta ahora no han tenido respuestas satisfactorias.
Luego de entregadas las notas a las autoridades, los robos siguieron normalmente sin que se amedrente a los malhechores, que como dicen los vecinos serán menores, pero los padres deberían hacerse cargo de ellos, o bien la justicia compeler a los progenitores para que asuman sus responsabilidades y de ese modo se terminen los robos.
La situación es compleja porque a la hora de tomar decisiones pareciera que todos juegan el juego del Gran Bonete, yo señor, sí señor, no señor!!!. Hay que resolverles los problemas a la gente y dilatar las decisiones sólo va a empeorar el asunto, no se puede permitir la indolencia de los funcionarios que están para resolver estos conflictos por vía administrativa. Ya sabemos lo que pasa cuando la justicia y la seguridad deja que las cosas pasen a mayores, un claro ejemplo es el caso de barrio Florida donde la situación se desmadró hubo un muerto, casas incendiadas y conmoción social.
Otro de los legítimos reclamos de los vecinos es la imperiosa necesidad de que el municipio se digne a desmalezar un monte de tártagos donde los delincuentes se esconden luego de sus fechorías y en el que también dejan "enfriar" los objetos robados, para luego retirarlos y comercializarlos.
El caso concreto es que los actores de este escenario están disociados entre sí, los vecinos reclaman, las autoridades no escuchan y los ladrones no cesan, entonces la pregunta obligada a esta altura de los acontecimientos, cae por su propio peso ¿Quién se beneficia con todo esto?.