Las situaciones de maltrato y violencia se organizan, analíticamente, en 3 niveles que indican desde lo más frecuente a lo menos frecuente y lo que está menos visibilizado a lo que está más identificado por jóvenes y adolescentes.
NIVEL 1. CELOS + CONTROL: Las situaciones de maltrato y violencia más
habituales y extendidos en parejas de adolescentes y jóvenes están
relacionadas con la manifestación de los celos y el ejercicio del
control.
Cabe destacar que los celos y el control se ponen en evidencia y son
potenciados -en cantidad e intensidad- por la utilización de las
tecnologías de comunicación (celulares, computadoras, tablets, etc.) y
sus aplicaciones (redes sociales, whatsapp, GPS, etc.).
NIVEL 2. CELOS + CONTROL + DESCALIFICACIÓN + HUMILLACIÓN + INDIFERENCIA
AFECTIVA: Otras de las situaciones son las vinculadas con el maltrato
psicológico, evidente y reiterado. Además de los celos y el control, las
actitudes con las que se ejerce maltrato son descalificación -críticas,
frases despectivas, burlas, ataques a la autoestima-, humillación
-ridiculizaciones en público, revelar información íntima, escándalos.- e
indiferencia afectiva -mostrarse insensible, desatento, ignorar o dejar
de hablarle a la otra persona.-
NIVEL 3. CELOS + CONTROL + DESCALIFICACIÓN + HUMILLACIÓN + INDIFERENCIA
AFECTIVA + AISLAMIENTO + ACOSO + MANIPULACIÓN + PRESIÓN + AMENAZAS: En
este nivel se ubica la instalación de la violencia en cualquiera de sus
formas y tipos (psicológica, física, sexual, económica y todas sus
combinaciones posibles) en forma explícita y donde se pone en riesgo la
vida y la salud física y psíquica de quienes la padecen. La persona que
recibe la violencia está sometida a un creciente aislamiento -impedir
que tenga vida social, que sólo se relacione con él-, acoso -vigilarla,
seguirla, esperarla a la salida de sus actividades, acosarla
telefónicamente o por otros medios-, manipulación -trampas, presiones de
todo tipo-, presión sexual -imponer relaciones sexuales no deseadas,
irresponsabilidad sobre los riesgos, impedirle que use anticonceptivos- y
amenazas -para intimidar, es decir, para asustar y obligarla a hacer lo
que él quiere-.
Cuando la situación se vuelve más intensa, las consecuencias del
maltrato sobre el estado psíquico de las personas que lo padecen son
ansiedad, depresión, baja autoestima, vergüenza, culpa, sentimientos de
indefensión, sensación de baja capacidad de control, bajas expectativas
de auto eficacia y miedo: Miedo a la soledad, al abandono, a la
respuesta social y familiar, a hacer uso del sistema policial y
judicial, al daño que puedan sufrir ellas o su familia y amigos/as.
Asimismo, algunas mujeres presentan cuadros de trastornos de estrés
postraumático, un deterioro importante de las relaciones sociales y un
progresivo aislamiento. El rendimiento académico y laboral -en el caso
de aquellas con acceso a un empleo- se ven perjudicados.
Cada 30 horas muere una mujer en Argentina víctima de la violencia de género. No seamos cómplices…. Alza la Voz y DENUNCIA!!!!.
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