La historia de Maximiliano Oliva de veintiocho años impactó desde el principio. En 2006, el joven pesaba 215 kilos, ingresó a la primera edición de Cuestión de Peso. Meses después, ganó el reality logrando bajar con mucho esfuerzo más de 100 kilos. Su peso ideal, entre 90 y 100 ya no era un sueño, sino una realidad.
Arrepentido, y ofreciendo disculpas, volvió a formar parte de Cuestión de Peso, nuevamente pudo bajar 123 kilos alcanzando un peso de 110.
Una vez más Oliva recayó. En la tarde del miércoles apareció en televisión acostado en su cama, junto a su hija de tres años, con un peso de casi 300 kilos. "Está a la vista cómo estoy, devastado, ya cansado de la situación. Siento mucha culpa por no haberme mantenido. Soy todo o nada. Me empecé a desesperar y empecé a comer de vuelta y no podía parar, con una depresión muy grande".
Maxi tiene todavía una cirugía bariátrica pendiente, que le regalaron en el reality del peso, luego de haber ganado, pero que no se puede hacer debido a su exceso de peso. Sus padres, hablaron con la producción de Infama y están desesperados por ayudarlo en este duro momento.
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