Para ello pidió asignar un presupuesto inicial de 50 millones de pesos que tendrá como destino financiar proyectos de inversión en explotaciones citrícolas en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Tucumán, Salta y Catamarca, entre otras. Servirá para la promoción, fortalecimiento y desarrollo de la actividad productiva así como su comercialización e industrialización.
“Con esta ley se pretende incrementar el rendimiento y desarrollar
tecnología que permita minimizar la vulnerabilidad ante situaciones
adversas (climáticas o de mercado). Así por ejemplo, la transferencia de
nuevas tecnologías utilizadas en la producción, recolección y empaque,
introducir cambios varietales, aumentar la calidad intrínseca y su
condición fitosanitaria”, sostuvo Rubín ante sus pares.
Asimismo dijo que también se busca “incrementar la industrialización
de la producción y el agregado de valor al citrus, ya sea mediante la
modernización de las instalaciones ya registradas o a los nuevos
emprendimientos, cualquiera sea la parte del fruto utilizado, siempre
que se demuestre su viabilidad técnica, económica y socio- ambiental”.
El proyecto se enfoca en fortalecer dos claves, industrialización de la
materia prima y acceso a créditos o financiamiento para los
productores. Esto último, “permitirá modernizar el parque de
maquinarias, y herramientas, que en muchos casos por su obsolescencia
encarece los costos de producción”, manifestó Rubín.
LAS PROVINCIAS DESTINATARIAS
Según informó el legislador justicialista la extensión del cultivo
citrícola en la Argentina asciende, según datos de 2012, a 129.986
hectáreas siendo las provincias de Entre Ríos, Tucumán y Corrientes las
que aportan la mayor cantidad de tierras al sector. Las provincias de
Entre Ríos y Corrientes son las mayores productoras de naranjas y
mandarinas, Tucumán de limones y Salta de pomelos.
Respecto a ello manifestó que “de la producción total de frutas
frescas, la producción de citrus (es decir, limón, naranja, mandarina y
pomelos sumados) representa el 43,98% de las toneladas métricas
exportadas significando, a su vez, un 33,41% del valor FOB de las
exportaciones totales de frutas frescas de la Argentina (2010)”. También
informó que, “dicho nivel de crecimiento productivo no pudo sostenerse
debido a diferentes factores, entre ellos la necesidad de optimizar los
mecanismos de industrialización y control de calidad de la fruta”.
ALIENTO A LA INDUSTRIALIZACIÓN
Según el diputado correntino, el bajo nivel de industrialización del
sector junto con todas sus potencialidades hacen de esta carencia una
posibilidad para aumentar el número de personas empleadas en plantas
industriales procesadoras de cítricos funcionando en el país. “Una
política de apoyo a la industrialización del cítrico fortalecería las
economías regionales y daría espacio al aumento de la mano de obra y
personal capacitado en el sector”, dijo.
En este sentido Rubín argumentó, “la situación que actualmente
atraviesa la actividad Citrícola Argentina amerita la intervención del
Estado atento a que si comparamos los índices de producción actual con
índices de años anteriores, los últimos periodos son considerablemente
inferiores. Este fenómeno decreciente tiene fundamento en distintos
factores como ser la crisis internacional y las intempestivas
inclemencias climáticas”, aseveró.
El legislador nacional por el FPV también dijo que, “es notable el bajo
nivel de industrialización que tiene la producción argentina de
cítricos en el contexto mundial, a excepción del limón cuya producción
alcanza un 48,49% de industrialización, para las restantes frutas el
porcentaje es muy reducido (Mandarina: 3,38%, Naranja: 0,91% y Pomelo:
4,19%)” y sugirió por tanto, “queda pendiente explotar y potenciar el
desarrollo de la industria de jugos concentrados, aceites esenciales,
pulpas congeladas y cáscaras deshidratadas, todas ellas con un alto
valor agregado”, manifestó el ex intendente de Curuzú Cuatiá.
Finalmente, expresó el diputado: “la citricultura presenta un cuadro de
muchas potencialidades para el país, en general, y para las provincias
destinatarias del Fondo, en particular. Sus potencialidades en términos
de generación de empleo y escala en economías regionales, de desarrollo
industrial con valor agregado producto de la innovación tecnológica y de
apertura de nuevos mercados internacionales constituyen una oportunidad
fundamental que debemos aprovechar”, por lo que instó a sus pares a
acompañar la medida.